Tecnología para el redil. Prohibido grabar, contexto sensible

A lo que parece, la multitudinaria manzanita ha patentado una tecnología que permite restringir o vetar la documentación [transmisión] de información inalámbrica “en función del contexto”.

Descargar subtítulos en español de películas

Puede que por tu cualidad de cinéfilo, tu gusto por las versiones originales o por que te da la gana, necesites encontrar subtítulos. Si buscas alternativas para descargar subtítulos en Español de películas y series a continuación te recomiendo 3 opciones muy interesantes:

El retorno a las momias: arte y lucro del embalsamado digital

Quizás en Keops, o en algún recoveco virgen del Valle de los Reyes, donde se apilaron insignes momias durante siglos, subsiste aún alguno de esos cuerpos cosificados y, junto a él, materialidad embalada para otros mundos, pertenencias y objetos que valían el botín de una vida para arriesgados salteadores de tumbas. Hoy los expolios son mucho más limpios, exigen burocracia, y los canaliza a menudo un Estado o son asépticamente liofilizados por un Consorcio de Empresas. La herencia de Indiana Jones pasa de prole en prole tributando el impuesto de sucesiones, coima de Caronte.

Alguna ciencia ficción para distraerse [o sumirse]

Mi abuelo cantaba también una canción alegre cuando moría, como tú, Hal, y tenía miedo, Dave, deliraba. Aterroriza la emoción de ver morir otros sistemas nerviosos, Hal, como tú, como el neurótico incapaz de dejar bocaabajo los peluches, el gramático que espacia incorruptible boca abajo.

Mejorar el Ping de nuestra conexión en Windows

La latencia de nuestra conexión a Internet es algo que viene dado por nuestro ISP, de todas formas, el tipo de hardware y software que vamos a emplear para manipular la conexión afectará en gran medida al ping, viéndose incrementado si realizamos prácticas malas como la de jugar bastante lejos del Wi-Fi, tener un PC que no maneja correctamente nuestra conexión, etc.

Andrew Blum. Tubos, et tout le reste est linkteratura

Mientras se calibran algoritmos holmesianos que delaten a los ebrios pero sin confundirlos con los simplemente enfebrecidos -aunque con este espíritu de privatización de lo social que sobrevuélanos será tan gravoso lo uno como lo otro-; y en lo que van empollándose nuevos libros gordos de Petete –magros y digitales ahora, según espíritu del tiempo y diseño tecnológico– como el tal Inquire, discípulo aventajado de la Biología de Campbell, tataranieto acaso de la Enciclopedia Encarta, nuevas formas de aprendizaje al cabo, no ha mucho tiempo que otro volumen anda por ahí, más arcaico en sus formas e interacciones quizás, pero de gran enjundia en su esencia. Esencia que trata de dar relieve a esa abstracción infinita que llamamos Internet. [Para su edición en España habrá que esperar a principios de 2013, cuando la editorial Ariel tiene pensado sacarlo al mercado.]

El futurismo de las discapacidades [y la guerra]

Una forma de optimismo podría ser ver que las discapacidades nos empujan a hablar con el futuro. Hombres sordos, tullidos, ciegos son la razón de ser no sólo de nuevos lenguajes, sino también de poderosa tecnología que subsana las necesidades derivadas de esa habilidad empobrecida.

La inocencia del consumo

En la acera hay dos jóvenes, hombre y mujer, escribiendo algo con rotulador negro sobre un par de cartones rectangulares. Los grapan a una tabla y levantan sus estandartes rudimentarios. El de ella dice: ¡gobiernos de tres meses! El de él: ¡como nuestros contratos! En lo que es ahora el envés de esos cartones, en la contraportada del lema, se puede reconocer el dibujo de una pantalla o de un monitor y las letras “hp”, la segunda de ellas cortada y más bien intuida. Nacen las cosas para acabarse (antes de tiempo).

Entrevista al futuro: Philip Dick [texto ajeno]

“No quiero escribir sobre el mundo que tenemos, porque el mundo que tenemos está muy por debajo de mis estándares. Okay, debería tal vez revisar mis estándares, acomodarme a la realidad. Pero yo nunca me acomodé a la realidad. Por eso, escribo ciencia ficción. Si ustedes quieren acomodarse a la realidad, vayan a leer a Philip Roth…”