A decir verdad, esa visión de El Perro, que en la escena de la hoguera solo se muestra con palabras ya cerca del final, podría decirse que está cifrada, narrativa y visualmente, en los primeros compases del capítulo.
Por un lado, tras la cabecera –y a modo de leitmotiv de la saga: Winter is coming–, se mostrará algo parecido al ejército vislumbrado –y descrito posteriormente por El Perro– con una secuencia en espera de los Caminantes Blancos avanzando hasta el primerísimo primer plano del ojo de un gigante redivivo–. Por otro lado, tras esa secuencia visionaria para el espectador, el lugar al que se dirigen los Caminantes Blancos –una montaña con forma de punta de flecha, según augura el fuego– se apunta velada y orgánicamente en la escena de las decisiones de Jon Nieve como Rey en el Norte: con el envío de Tormund a proteger Guardaoriente del Mar (la parte más oriental del Muro que colinda con el océano, y el castillo más cercano al último lugar donde vieron al Rey de la Noche).
[Las decisiones de Jon Nieve como Rey en el Norte, JdT 7×1]
Por último –aunque es lo primero que pasa desapercibido, y tesoro del friqui–, sutilmente hay quienes atisban en la cabecera del capítulo que las aguas de Bahía de Focas, al este de Guardaoriente del Mar, ya son banquisa. Y por ahí, se aventuran, tal vez podrían los Caminantes Blancos, rodeando el Muro, incursionarse. Tiene su aquel el órdago; y puede comprobarse que la cabecera de Juego de Tronos a lo largo de las temporadas, además de entretener con su mecano, sirve de GPS en cada episodio y registra cambios del desarrollo de la historia. Aunque para otros no hay caso. ¿Revelación, estrategia de marketing, vetas de fanfics para ucronías? ¡Jodidos friquis! (¿pero no lo somos ya todos un poquito?).
