Me encontré con él, precisamente, en Facebook. Se trata de un vídeo creado por Febelbin, la Federación de Bancos de Bélgica, un organismo que tiene en su página web una sección llamada Safe Internet Banking, en la que da consejos e información sobre cuestiones de seguridad en línea, especialmente relativa a actividades bancarias que se lleven a cabo a través de la Red
En el vídeo, se invita aleatoriamente a distintas personas a que pasen a una carpa improvisada en una plaza de Bruselas, donde un adivino tratará de leerles la mente. La “experiencia” se ofrece como un ensayo para lo que habrá de ser un programa de televisión a la manera de los reality, pero sólo se trata de un reclamo para la puesta en escena. Una vez dentro, el inmaculado mentalista va revelándole a las víctimas detalles sobre la vida de éstas. Después de un par de informaciones sobre sus vidas privadas, pasa a revelar datos de índole económica, bancaria, y la sorpresa más o menos inocua del principio, da lugar a un asombro desconcertante y peliagudo.
Finalmente, se alza el telón. Y la revelación es tan cotidiana que parece mentira. El abismo de la información y la intimidad.