Un lunático hombre llamado Jacque Fresco, diseñador industrial e ingeniero social, cofundador de un futurista proyecto denominado Venus Proyect, aparece en un vídeo de Internet comentando cómo cada vez más las “mediciones de las cosas”, los trabajos y, en definitiva, las decisiones, son delegadas en las máquinas, que lo hacen a mayor velocidad y con más precisión que los humanos.
Sin centrarse en el aspecto laboral, resulta evidente, por ejemplo, al pensar en la ingeniería a bordo de un avión que registra la altitud, la presión, etc. O se puede pensar en la clásica romana y en una báscula digital, o en la topografía y la cartografía modernas. Los ejemplos serían innumerables. Desde la revolución industrial a la tecnológica, el trasvase de competencias entre humano y máquina parece haberse ido acelerando a gran velocidad, y perfeccionándose la afinidad de esa sustitución. De la reproducción del movimiento físico más o menos autómata, al razonamiento y procesado de cientos de miles de datos, las capacidades del hombre han tratado de emularse dentro, o a través, de otros materiales. Tratamos de enseñar desde la electrónica el abecedario de nuestra especie a las máquinas. Liofilizamos una parte del ser en las matemáticas. Enseñamos a que vean. A que oigan. A que se comuniquen, entre ellas y con nosotros.
Stephen Wolfram asegura: Los objetos sabrán discernir problemas y situaciones por sí mismos, es algo que ya estamos empezando a ver en los móviles. Y parece evidente que en otros cuantos dispositivos, más o menos conocidos. Jaques Fresco suele decir que los problemas actuales no son políticos, sino técnicos, en referencia a que hoy por hoy las posibilidades tecnológicas desfasan la teoría política al uso. Sostiene que se podría abastecer a toda la humanidad desde una utilización eficiente y holística de la tecnología, aparentemente “al margen de postulados políticos”. Es la tecnología, dice, la que realmente auxilia. Pide implementar el método científico como modelo social, y parece todo muy extraño y utópico, e incluso linda, por no decir que es, tecnocracia.
Tecnocracia es la forma de gobierno cuyos dirigentes son los tecnócratas. Tecnócrata viene definido en el DRAE como técnico o persona especializada en alguna materia de economía, administración, etc., que ejerce su cargo público con tendencia a hallar soluciones eficaces por encima de otras consideraciones ideológicas o políticas
La eficacia a ultranza es una forma de fascismo o totalitarismo, como la tecnocracia financiera en la que vivimos ahora; pero después de todo no creo que se reniegue de la política. Es decir, la decisión del uso eficiente de la tecnología [por parte de Jacques Fresco] es una manera de pensar y entender el mundo, las sociedades, es una actitud política (que se lo digan a Equo por ejemplo). Después de todo, eficiencia en política debería significar humanidad. Da qué pensar.