La Agencia de Protección de Datos ( AEPD ) multó hace menos de un año con 60.000 euros a la Sociedad General de Autores y Editores ( SGAE ) por hacer una grabación sin consentimiento en una boda.
En su afán recaudatorio sin límites la SGAE contrató a un detective privado para controlar la música que sonaba en el bodorrio y poder sancionar económicamente al salón presentando como prueba la grabación. Ahora ha vuelto hacerlo, esta vez con una grabación facilitada por un familiar. Veremos como acaba el tema.
Protección de Datos anunció en una resolución que es una infracción “muy grave” y “una clara violación del derecho constitucional a la intimidad y a la propia imagen”. A todo esto Pedro Farré, director de relaciones institucionales de la SGAE reconoció: “la contratación de detectives para investigar fraudes relacionados con el pago de derechos es una práctica habitual de la SGAE“. Fuentes: elmundo