Hace un par de veranos me regalaron un e-book; no era un Kindle, era una marca menor que ahora mismo no recuerdo. No obstante, sin saber yo nada de las prestaciones que estos artilugios podían ofrecer, al usarlo los primeros días me desencantó el hecho de que para leer en la oscuridad era necesaria una fuente de iluminación externa. Vamos, como con cualquier pedazo de papel.
Luego supe que la mayoría de los lectores presentaban este problema. Problema que, en cierta medida, fue “resuelto” con la aparición de las tabletas donde las pantallas retroiluminadas permitían leer a oscuras. Esta retroiluminación, sin embargo – al igual que en los ordenadores–, incide directamente en los ojos del lector y acaba cansando la vista, estorbando la lectura. Además, el problema de las tabletas a veces estriba en que poseen demasiadas “distracciones” que pueden disgregar la lectura tranquila y continuada, concentrada, estorbando la inmersión en las posibilidades de navegación.
Y es a este respecto que el nuevo modelo de Amazon, el Kindle Paperwhite, presenta ciertas mejoras. Por un lado, posee iluminación integrada, pero a diferencia de la retroiluminación en las tabletas: emite la luz desde la superficie de la pantalla en vez de proyectarla hacia tus ojos, y evita con ello que se te canse la vista.
Otra de las características (similar al Kindle Touch) es que carece de botones para función, salvo el imprescindible de encendido y apagado. La navegación es, por tanto, táctil, de modo que para pasar de página tendremos que pulsar con el dedo, algo que para algunos usuarios puede ser molesto y farragoso (a tenor de la experiencia en otros dispositivos), pero que parece que en este modelo está suficientemente acomodado.
Dentro de las prestaciones de imagen y lectura en pantalla, podemos regular la intensidad del brillo en función de la luz del entorno, con hasta 25 niveles ajustables. Se ha mejorado la resolución, con 221 píxeles por pulgada, y se ha incrementado un 25% el contraste, que ya no se ajusta a tonalidades de grises sino que lo hace en blancos y negros, ganando nitidez para la pantalla de 6 pulgadas.
Para mejorar la lectura, presenta fuentes ajustables manualmente, con 6 estilos de fuente y 8 tamaños. La autonomía, según el fabricante, es de 8 semanas (testado con un uso promedio de media hora al día, con la luz encendida), y puede almacenar hasta 1100 libros (2 gigas para ficheros).
Se comercializan dos modelos, ambos en color negro, que difieren, además de en el precio, en el peso y en las prestaciones de conexión. Por un lado está el modelo con conexión 3G que pesa 222 gramos y cuyo precio es de 189 €, y por el otro el modelo con Wifi cuyo peso es de 212 gramos y es sesenta euros más barato, 129 €.
Cualquiera de los modelos, que en España ha de adquirirse por envío postal, se vende simplemente con un cable USB, de modo que para cargarlo deberemos tener una fuente primaria, como un ordenador; aunque, como es obvio, puede comprarse el cargador aparte. También podemos usar el de algún otro dispositivo que tengamos, como el del móvil o la tablet.
Para quien quiera conocer más al detalle las prestaciones de este nuevo e-book que parece ser el mejor del mercado, puede pasar por xataka y gizmologia.