Igual que en el cine algunos tiran de literatura para confeccionar más y más películas, tratando de trasvasar historias y aprovechar quizás el tirón del “éxito” (ejercicio biunívoco, de películas también hacen libros), en las aplicaciones para teléfonos inteligentes sucede algo parecido, pero en la órbita de los videojuegos. Lo que durante un tiempo (a veces decenios) ha sido un éxito lúdico y comercial en videoconsolas o máquinas recreativas, trata de ponerse ahora al alcance de la mano de todos a través de su desarrollo como aplicación para móviles.
Y quizás uno de esos indiscutibles éxitos a lo largo del tiempo ha sido el más que conocido Pac-Man, que para muchos se acabó llamando Comecocos. Nacido allá en los ochenta, se dice que su creador lo concibió mientras comía una pizza (no sólo el hambre, la masticación también agudiza el ingenio). Ahora, ese archiconocido personaje que devora miguitas mientras huye y destruye fantasmas, da el salto a los smartphones.
La aplicación, que en esencia es la misma, reviste algunos incentivos o variantes propias del nuevo medio, como es modo competición, en el que podremos enfrentarnos con amigos o contrincantes aleatorios. Incluye asimismo modalidad de retos (con hasta 100 distintos), con recompensas de imágenes y músicas del propio juego. Por su parte, el control del personaje se hace a partir de un joystick simulado que aparece en la parte inferior de la pantalla, remedando los legendarios mandos de las recreativas.
La descarga para Android es gratuita, aunque el modo de torneo y competición no es del todo gratis, dado que sólo te permiten un “enfrentamiento” al día gratis. (En iPhone existe un Pac-Man, pero parece que ese modo de torneos no existe, no he podido comprobarlo; y, además, el precio de la app asciende a 5 euros).