Ay, felicidad, que bonito nombre tienes… Desde la refrescante chispa de la vida hasta los seguros del hogar tan luminosos y almibarados, el imperativo sociológico cunde: Be happy my friend. (Y no mires con qué, rebulle narcótico en las conciencias.) ¿A quién escama una sonrisa? Será sieso el tío… ¡Aguafiestas! …